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viernes, 13 de octubre de 2017

Conociendo a nuestros escritores #3

Entrevista Josu Monterroso
Para el blog literario Viajante de tinta por Carmen Sedeño Garcia a fecha 30 de septiembre de 2017.

¡Buenas noches Viajantes! ¿Qué tal estáis pasando el puente? Esta noche os traigo una entrevista realizada a uno de los Autores Indies que se presentaron al concurso de Amazon. La casualidad lo trajo a mi y con el su precioso libro "Ya os dije que sin ella todo seria nieve". Cuando lo leí me removió tanto por dentro que tenia que saber como era la persona que había sacado tanto sentimiento en unas paginas y, al fin, hoy lo se. 

-Buenos días Josu, ¿preparado para empezar?

- Por supuesto, e ilusionado. Me encantan las entrevistas de los blogs literarios, creo que habéis modernizado el antiguo “de boca en boca” publicitario al aconsejar un libro. Ahora sois vosotros, las nuevas generaciones, los que habéis llevado ese concepto más allá y adoro poder participar en ello a mi edad. Para mí es algo nuevo que he descubierto con esta novela, anteriormente las campañas publicitarias de las editoriales con las que trabajé destinadas para mí y mis obras no abarcaban los blogueros.

-¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído? ¿Crees que pudo ser el que te marco el inicio como lector?

- No sabría decirte, recuerdo “Momo” en mi infancia, los cuentos clásicos y típicos. Mi despertar como lector llegó tarde, bien entrada mi adolescencia. Ahí es cuando encontré la literatura, pero la que yo quería hacer o con la que me sentía más reflejado y enganchado.

-¿Hay algún autor del que tomes ejemplo o referencia o que tengas como fuente de inspiración?

- No. Hay autores a los que adoro por cómo son en persona, otros que no adoro tanto pero adoro sus obras. En este país no puedes tomar como ejemplo a ningún autor, todos están maltratados en este negocio, quien hoy brilla y logra el premio que más lo puede valorizar como autor, en cinco o diez años puede haber desaparecido completamente incluso para las pequeñas editoriales. Por eso mi lema al crear es… Hazlo si te divierte, si te apasiona, si intuyes que tienes que hacerlo, espéralo todo y emociónate con lo que llegue y, al mismo tiempo, no esperes nada.

-¿Hay algún tema que consideres tabú a la hora de escribir? ¿Piensas que hay temas que se deben restringir en un libro?

- Ninguno, por supuesto. Eso estaría rozando una censura personal y profesional. Yo valoro mucho la libertad de expresión, puede que no esté de acuerdo con lo que piensas o dices, pero siempre lucharé para que puedas decirlo.

-¿Cómo te sentiste la primera vez que te publicaron algo?

- De eso hace muchos años, veía las cosas e incluso los contratos desde otra perspectiva a la de ahora. Emocionado, supongo, ilusionado y dispuesto a patear todas las aceras, llamando a todas las puertas de tooodas las librerías del mundo. Con los años descubres que aquí el arte o el talento poco cuentan, que todo son tantos por cientos repartidos y que las librerías no son ese refugio que deberían ser para los autores. Eso desgasta, y mucho. Pero por aquellos años todo era nuevo, una aventura, un logro también que una editorial valorizase tu trabajo y estuviese dispuesta a invertir en su publicación y promoción.

-¿Dónde es el lugar donde mejor te centras para escribir? ¿Te propones un número concreto de páginas al día para escribir forzándote a conseguirlo o como surja ese día?

- Si lo pienso fríamente creo que es en la cocina de mi casa. El año pasado puse un despacho, lo monté, lo decoré, quedó precioso, eso sí, pero totalmente inútil. Durante tres meses que estuvo en casa no pisé aquella habitación más de tres horas, servía para tener todo mi material de lectura y trabajo ordenado, pero no como centro de creación literaria ni musical ni nada. Así que lo volví a convertir en un dormitorio de invitados y ahora es más útil. También me gusta mucho escribir en las cafeterías, por ejemplo. Y lo del número de páginas por día, ni en broma. Siempre me digo y digo a mis lectores que “¡Este libro es el último que escribiré!” Pero luego nunca es así, de pronto surge algo que necesito contar y es todo un volver a empezar, pero a mi ritmo, a mi manera, si convirtiese el arte en una obligación sería horrible para mí y seguramente no escribiría ni la lista de la compra.

-¿Qué libro le recomendarías a alguien que es reacio a la lectura?

- Ninguno, las personas encuentran sus libros en la vida y los libros a sus personas. Pero imagino que si tuviese que hacerlo empezaría por algo sencillo, ligero, nadie puede empezar a leer por El Quijote, imagino. Por eso es tan importante seleccionar bien los títulos de lectura obligatoria en las escuelas e institutos, porque es un buen método de enganche a la literatura si se valoran bien los títulos que obligamos a leer a nuestros jóvenes. “Obligamos”, que horrible palabra para algo que se debería hacer por curiosidad o placer.

-¿Tienes alguna manía escribiendo? ¿Sigues alguna pauta para escribir?

- Sí. Es una manía que suena muy tonta y algo mística… No escribo si no siento que estoy conectado con las ganas de escribir. Necesito esa conexión casi espiritual, el sentimiento de “Es ahora” porque me apetece, porque quiero, porque así lo intuyo, porque las palabras surgen y fluyen y no puedo detenerlas ni controlarlas. Lo del control generalmente llega a la hora de corregir el manuscrito final.

-¿Cuál ha sido tu mayor fracaso literario?

- Esto es importante, se aprende más de los fracasos que de los éxitos.
“La vida sin ti”, sin duda. Mi abuela había muerto, esta novela trata sobre la pérdida de un ser querido, sobre los atentados terroristas del 11M en Atocha, sobre el duelo y cómo reconstruirte después del dolor, así que el libro o el tema me engulló. No pude con la promoción, tuve que retirarme en mitad de toda la vorágine, cancelar acuerdos, viajes, entrevistas, eventos y firmas. Fue horrible y para muchos lectores, libreros, editores y periodistas yo fui una gran decepción (piensa que recién venía del éxito de Dormitorios de colores y se esperaba mucho de mí y yo, en cambio, desaparecí).
Todos pensaban que yo iba de autor estrella, súper famoso y la realidad era muy diferente y mucho más dolorosa, pero nadie se paró a preguntarme, nadie fue condescendiente ni compasivo conmigo, simplemente se limitaron a juzgar desde afuera. Yo me ponía delante de cincuenta o cien personas e intentaba hablarles sobre el libro, sobre la pérdida de un ser querido mientras, por debajo de la mesa, intentaba no pensar en mi abuela y me pellizcaba el muslo para no romper a llorar y lograr estar concentrado en la charla. Ni siquiera recuerdo las estupideces que pude decir durante la presentación del libro en aquella fría sala de prensa de no sé qué periódico.
Al morir mi abuela me rompí personalmente, mi corazón se detuvo por así decirlo, y pensé que si no paraba, que si no dejaba de trabajar no tendría que pensar en ello, no dolería tanto si estaba distraído. Lógicamente me equivoqué, tuve que haber parado, no firmar aquel contrato espeluznante con Septem Ediciones, que apenas me dejaba voz y voto en todo el proceso de edición y promoción. Fue una lucha con la editorial (que incluso años después aún ni me ha pagado), fue una lucha con la prensa, con los libreros y clubes de lectura, con los lectores.
Nada fluía.
Durante un evento rompí a llorar ¿Te imaginas eso, públicamente? Entonces mi familia decidió que era momento de dejarlo hasta que yo me recuperase, y esa decisión de abandono en mitad de la promoción la tomaron como un capricho de artista. Lo peor es que yo no estaba en condiciones para defenderme de nada, así que lo dejé pasar y nunca lo he contado hasta ahora. Te agradezco que me hayas hecho esta pregunta, de verdad. Es la primera vez que explico lo que realmente sucedió. Esto no deja de ser un negocio, si tú no eres rentable y no estás apto para trabajar ya no les eres útil.

-Si tuvieras que meterte a vivir en uno de tus libros, ¿en cuál sería?

- En uno que aún no he ni han publicado. Las que yo considero mis mejores obras las guardo todavía en el cajón, como quien dice. Este año decidí liberar una, exponerla al mundo y regresar al negocio editorial con el corazón en un puño, pensé que si tenía que regresar después del fracaso de La vida sin ti, tendría que hacerlo con total humildad y siendo sincero completamente. Liberé “Ya os dije que sin ella todo sería nieve” y el resultado no pudo ser más satisfactorio en todos los aspectos. A las pruebas me remito, más de mil ejemplares vendidos en dos meses, sin una gran promoción a mis espaldas ni una editorial titánica impulsándolo, ha sido el libro por sí solo, su historia, su calidez literaria. He aprendido a escuchar mi propia voz, a hacerme caso, tanto a mí como a mis intuiciones y, ante todo, he aprendido que el lector sabe cuándo le estás mintiendo con tus obras. He aprendido a respetar mi trabajo y a no  permitir que nadie lo manipule por estudios de mercado, ni siquiera yo.

-¿Crees que la mayoría de la literatura actual se centra en lo comercial más que en la historia que contiene?

- La literatura actual se dirige más a guiones de series de televisión y películas. Se está perdiendo el arte de contar por contar, cambiándolo por decir y cuanto más te digo y más rápido sea mejor, porque hoy en día cuesta ya que nos sorprendamos si no hay traca final, confeti y purpurina, o explosión o asesinato. Textos cortos en capítulos cortos porque la gente no tiene tiempo de leer, solo leen en el metro cuando van a sus trabajos, según los estudios. Los nuevos autores están perdiendo el ejercicio literario de convertirlo todo en belleza, están olvidando cómo narrar y todo esto se soluciona colocando una cubierta preciosa, como un cartel de película, y ya está.

-¿Qué te impulso a presentarte en el concurso de este año de Amazon?

- Fue pura casualidad: Yo quería volver y quería ser mi propio editor. Y en eso Amazon es impecable e inmejorable. El concurso coincidió en las fechas, nada más, así que al lanzar la novela prácticamente participábamos con poner un hashtag. Me dije ¿y por qué no? ¡Aprovecha y hazlo! Pero nunca tuve intención de ganar y supongo que decirle en mitad del certamen a Amazon que estaba cometiendo irregularidades no me ayudó mucho a la hora de elegir finalistas. Ni siquiera tenemos los datos de venta contrastados para demostrar que los finalistas son los que son, ni siquiera cuentan las ventas en papel, solo las descargas en e-book, y una venta es una venta en la gráfica, no hay más. Incluso la página de venta de “Ya os dije que sin ella todo sería nieve” se estropeó durante días, ese tiempo los lectores no pudieron comprar la novela, lo que significa que ya participábamos con desventaja ante el resto de obras, tiempo perdido de ventas, al pedir explicaciones a Amazon nos enviaron un e-mail inventándose que nosotros habíamos realizado cambios en el libro y que se estaban adaptando, cuando era mentira, por supuesto.

-En tu último libro la protagonista pertenece al colectivo LGTB, hoy en día aun estando en pleno siglo XXI, la mentalidad sigue muy cerrada y es algo que podemos apreciar en cierta medida en la madre de la protagonista, ¿crees que se debería introducir más este tema tanto en la literatura como en la televisión o el cine?

- Ya se está haciendo y además a pasos agigantados, tan agigantados que los personajes gay apenas tienen un trasfondo ni una base emocional, basta con colocar de repente a dos mujeres o dos hombres besándose en la pantalla y diciéndose “Te quiero”, y ya eres moderno en tu nueva serie de televisión milenial.

-Dentro de cinco años, ¿cómo te ves? ¿Piensas que tendrás las mismas ilusiones y motivaciones que el primer día que empezarte a escribir?

- He aprendido a tomarme la vida poco a poco, vivo completamente en el presente, ya no cargo con mi pasado (que no siempre fue bueno ni acertado) y ya no me preocupa el futuro. Vivo en un país donde todo está cambiando, se renueva, la gente lucha contra la corrupción política, por ejemplo, sería absurdo preocuparme por mi pensión futura cuando ni siquiera sé si quedará dinero cuando me jubile. Y ya no me importa, prefiero vivir hoy, centrarme en esta entrevista, ahora, contigo, saber que tú y yo estamos bien y si no lo estamos podemos mejorarlo. El ahora es muy poderoso y ayuda mucho a disfrutar más la vida, como se suele decir: La escalera hay que subirla peldaño a peldaño.

-Y por último, ¿Qué consejos les darías a los que el día de mañana se aventuren a escribir su propio libro?

- Que sean fieles con ellos mismos y su arte. Que no lo hagan hasta que estén preparados, hasta que creen algo por lo que sepan que merecerá la pena tanta lucha. Lamentablemente, como en todo negocio, todos quieren la parte más grande del pastel. Aprender de los errores, no encariñarse con la piedra con la que tropezaste. Estar preparado es muy importante, no solo a la hora de crear o publicar sino también con todo lo que llega después. Y mi consejo más importante: No hagas nada que no quieras o que sepas que no vas a disfrutar; porque tanto si tienes éxito como si caes será mucho mejor sabiendo que al menos te lo pasaste bien.

Para ir acabando con la entrevista quiero darte las gracias por darme un ratito de ti y te deseo mucha suerte en todos tus proyectos.


Y hasta aquí llega la entrevista de esta semana. Si digo que ha sido la entrevista que más sentimiento me ha removido pues se por lo que ha pasado él y lo que se siente...que esperen algo de ti y que no te pregunten o se preocupen como si no importara tu persona. Hay que aprender a ponerse mas en el lugar de los demás. Así que no os perdáis nada de este autor porque nos esperan muchas sorpresas con él, así que le podréis encontrar en Instagram como @josumonterroso y en Facebook como Josu Monterroso. A continuación os dejo los link con sus libros publicados, solo tendréis que dar sobre las imágenes. Por cierto os dejo aquí la reseña de "Ya os dije que sin ella todo seria nieve"
https://www.amazon.es/Dormitorios-colores-Josu-Fern%C3%A1ndez-Monterroso/dp/848053673X/ref=sr_1_4?ie=UTF8&qid=1507919781&sr=8-4&keywords=josu+monterroso

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