Entrevista Josu Monterroso
Para el blog literario Viajante de tinta por Carmen Sedeño
Garcia a fecha 30 de septiembre de 2017.
¡Buenas noches Viajantes! ¿Qué tal estáis pasando el puente? Esta noche os traigo una entrevista realizada a uno de los Autores Indies que se presentaron al concurso de Amazon. La casualidad lo trajo a mi y con el su precioso libro "Ya os dije que sin ella todo seria nieve". Cuando lo leí me removió tanto por dentro que tenia que saber como era la persona que había sacado tanto sentimiento en unas paginas y, al fin, hoy lo se.
-Buenos días Josu,
¿preparado para empezar?
- Por supuesto, e ilusionado. Me encantan las entrevistas de
los blogs literarios, creo que habéis modernizado el antiguo “de boca en boca”
publicitario al aconsejar un libro. Ahora sois vosotros, las nuevas
generaciones, los que habéis llevado ese concepto más allá y adoro poder
participar en ello a mi edad. Para mí es algo nuevo que he descubierto con esta
novela, anteriormente las campañas publicitarias de las editoriales con las que
trabajé destinadas para mí y mis obras no abarcaban los blogueros.
-¿Cuál es el primer
libro que recuerdas haber leído? ¿Crees que pudo ser el que te marco el inicio
como lector?
- No sabría
decirte, recuerdo “Momo” en mi infancia, los cuentos clásicos y típicos. Mi
despertar como lector llegó tarde, bien entrada mi adolescencia. Ahí es cuando
encontré la literatura, pero la que yo quería hacer o con la que me sentía más
reflejado y enganchado.
-¿Hay algún autor del
que tomes ejemplo o referencia o que tengas como fuente de inspiración?
- No. Hay autores
a los que adoro por cómo son en persona, otros que no adoro tanto pero adoro
sus obras. En este país no puedes tomar como ejemplo a ningún autor, todos
están maltratados en este negocio, quien hoy brilla y logra el premio que más
lo puede valorizar como autor, en cinco o diez años puede haber desaparecido
completamente incluso para las pequeñas editoriales. Por eso mi lema al crear
es… Hazlo si te divierte, si te apasiona, si intuyes que tienes que hacerlo,
espéralo todo y emociónate con lo que llegue y, al mismo tiempo, no esperes
nada.
-¿Hay algún tema que
consideres tabú a la hora de escribir? ¿Piensas que hay temas que se deben
restringir en un libro?
- Ninguno, por
supuesto. Eso estaría rozando una censura personal y profesional. Yo valoro
mucho la libertad de expresión, puede que no esté de acuerdo con lo que piensas
o dices, pero siempre lucharé para que puedas decirlo.
-¿Cómo te sentiste la
primera vez que te publicaron algo?
- De eso hace
muchos años, veía las cosas e incluso los contratos desde otra perspectiva a la
de ahora. Emocionado, supongo, ilusionado y dispuesto a patear todas las
aceras, llamando a todas las puertas de tooodas las librerías del mundo. Con
los años descubres que aquí el arte o el talento poco cuentan, que todo son
tantos por cientos repartidos y que las librerías no son ese refugio que deberían
ser para los autores. Eso desgasta, y mucho. Pero por aquellos años todo era
nuevo, una aventura, un logro también que una editorial valorizase tu trabajo y
estuviese dispuesta a invertir en su publicación y promoción.
-¿Dónde es el lugar
donde mejor te centras para escribir? ¿Te propones un número concreto de
páginas al día para escribir forzándote a conseguirlo o como surja ese día?
- Si lo pienso
fríamente creo que es en la cocina de mi casa. El año pasado puse un despacho,
lo monté, lo decoré, quedó precioso, eso sí, pero totalmente inútil. Durante
tres meses que estuvo en casa no pisé aquella habitación más de tres horas,
servía para tener todo mi material de lectura y trabajo ordenado, pero no como
centro de creación literaria ni musical ni nada. Así que lo volví a convertir
en un dormitorio de invitados y ahora es más útil. También me gusta mucho
escribir en las cafeterías, por ejemplo. Y lo del número de páginas por día, ni
en broma. Siempre me digo y digo a mis lectores que “¡Este libro es el último
que escribiré!” Pero luego nunca es así, de pronto surge algo que necesito
contar y es todo un volver a empezar, pero a mi ritmo, a mi manera, si
convirtiese el arte en una obligación sería horrible para mí y seguramente no
escribiría ni la lista de la compra.
-¿Qué libro le
recomendarías a alguien que es reacio a la lectura?
- Ninguno, las
personas encuentran sus libros en la vida y los libros a sus personas. Pero
imagino que si tuviese que hacerlo empezaría por algo sencillo, ligero, nadie
puede empezar a leer por El Quijote, imagino. Por eso es tan importante
seleccionar bien los títulos de lectura obligatoria en las escuelas e
institutos, porque es un buen método de enganche a la literatura si se valoran
bien los títulos que obligamos a leer a nuestros jóvenes. “Obligamos”, que
horrible palabra para algo que se debería hacer por curiosidad o placer.
-¿Tienes alguna manía
escribiendo? ¿Sigues alguna pauta para escribir?
- Sí. Es una
manía que suena muy tonta y algo mística… No escribo si no siento que estoy
conectado con las ganas de escribir. Necesito esa conexión casi espiritual, el
sentimiento de “Es ahora” porque me apetece, porque quiero, porque así lo
intuyo, porque las palabras surgen y fluyen y no puedo detenerlas ni
controlarlas. Lo del control generalmente llega a la hora de corregir el
manuscrito final.
-¿Cuál ha sido tu
mayor fracaso literario?
- Esto es
importante, se aprende más de los fracasos que de los éxitos.
“La vida sin ti”, sin duda. Mi abuela había muerto, esta
novela trata sobre la pérdida de un ser querido, sobre los atentados
terroristas del 11M en Atocha, sobre el duelo y cómo reconstruirte después del
dolor, así que el libro o el tema me engulló. No pude con la promoción, tuve
que retirarme en mitad de toda la vorágine, cancelar acuerdos, viajes, entrevistas,
eventos y firmas. Fue horrible y para muchos lectores, libreros, editores y
periodistas yo fui una gran decepción (piensa que recién venía del éxito de
Dormitorios de colores y se esperaba mucho de mí y yo, en cambio, desaparecí).
Todos pensaban que yo iba de autor estrella, súper famoso y
la realidad era muy diferente y mucho más dolorosa, pero nadie se paró a
preguntarme, nadie fue condescendiente ni compasivo conmigo, simplemente se
limitaron a juzgar desde afuera. Yo me ponía delante de cincuenta o cien
personas e intentaba hablarles sobre el libro, sobre la pérdida de un ser
querido mientras, por debajo de la mesa, intentaba no pensar en mi abuela y me
pellizcaba el muslo para no romper a llorar y lograr estar concentrado en la
charla. Ni siquiera recuerdo las estupideces que pude decir durante la
presentación del libro en aquella fría sala de prensa de no sé qué periódico.
Al morir mi abuela me rompí personalmente, mi corazón se
detuvo por así decirlo, y pensé que si no paraba, que si no dejaba de trabajar
no tendría que pensar en ello, no dolería tanto si estaba distraído.
Lógicamente me equivoqué, tuve que haber parado, no firmar aquel contrato
espeluznante con Septem Ediciones, que apenas me dejaba voz y voto en todo el
proceso de edición y promoción. Fue una lucha con la editorial (que incluso
años después aún ni me ha pagado), fue una lucha con la prensa, con los
libreros y clubes de lectura, con los lectores.
Nada fluía.
Durante un evento rompí a llorar ¿Te imaginas eso,
públicamente? Entonces mi familia decidió que era momento de dejarlo hasta que
yo me recuperase, y esa decisión de abandono en mitad de la promoción la
tomaron como un capricho de artista. Lo peor es que yo no estaba en condiciones
para defenderme de nada, así que lo dejé pasar y nunca lo he contado hasta
ahora. Te agradezco que me hayas hecho esta pregunta, de verdad. Es la primera
vez que explico lo que realmente sucedió. Esto no deja de ser un negocio, si tú
no eres rentable y no estás apto para trabajar ya no les eres útil.
-Si tuvieras que
meterte a vivir en uno de tus libros, ¿en cuál sería?
- En uno que aún
no he ni han publicado. Las que yo considero mis mejores obras las guardo
todavía en el cajón, como quien dice. Este año decidí liberar una, exponerla al
mundo y regresar al negocio editorial con el corazón en un puño, pensé que si
tenía que regresar después del fracaso de La vida sin ti, tendría que hacerlo
con total humildad y siendo sincero completamente. Liberé “Ya os dije que sin
ella todo sería nieve” y el resultado no pudo ser más satisfactorio en todos
los aspectos. A las pruebas me remito, más de mil ejemplares vendidos en dos
meses, sin una gran promoción a mis espaldas ni una editorial titánica
impulsándolo, ha sido el libro por sí solo, su historia, su calidez literaria.
He aprendido a escuchar mi propia voz, a hacerme caso, tanto a mí como a mis
intuiciones y, ante todo, he aprendido que el lector sabe cuándo le estás
mintiendo con tus obras. He aprendido a respetar mi trabajo y a no permitir que nadie lo manipule por estudios
de mercado, ni siquiera yo.
-¿Crees que la
mayoría de la literatura actual se centra en lo comercial más que en la
historia que contiene?
- La literatura
actual se dirige más a guiones de series de televisión y películas. Se está
perdiendo el arte de contar por contar, cambiándolo por decir y cuanto más te digo
y más rápido sea mejor, porque hoy en día cuesta ya que nos sorprendamos si no
hay traca final, confeti y purpurina, o explosión o asesinato. Textos cortos en
capítulos cortos porque la gente no tiene tiempo de leer, solo leen en el metro
cuando van a sus trabajos, según los estudios. Los nuevos autores están
perdiendo el ejercicio literario de convertirlo todo en belleza, están
olvidando cómo narrar y todo esto se soluciona colocando una cubierta preciosa,
como un cartel de película, y ya está.
-¿Qué te impulso a
presentarte en el concurso de este año de Amazon?
- Fue pura
casualidad: Yo quería volver y quería ser mi propio editor. Y en eso Amazon es
impecable e inmejorable. El concurso coincidió en las fechas, nada más, así que
al lanzar la novela prácticamente participábamos con poner un hashtag. Me dije
¿y por qué no? ¡Aprovecha y hazlo! Pero nunca tuve intención de ganar y supongo
que decirle en mitad del certamen a Amazon que estaba cometiendo
irregularidades no me ayudó mucho a la hora de elegir finalistas. Ni siquiera
tenemos los datos de venta contrastados para demostrar que los finalistas son
los que son, ni siquiera cuentan las ventas en papel, solo las descargas en
e-book, y una venta es una venta en la gráfica, no hay más. Incluso la página
de venta de “Ya os dije que sin ella todo sería nieve” se estropeó durante
días, ese tiempo los lectores no pudieron comprar la novela, lo que significa
que ya participábamos con desventaja ante el resto de obras, tiempo perdido de
ventas, al pedir explicaciones a Amazon nos enviaron un e-mail inventándose que
nosotros habíamos realizado cambios en el libro y que se estaban adaptando,
cuando era mentira, por supuesto.
-En tu último libro
la protagonista pertenece al colectivo LGTB, hoy en día aun estando en pleno
siglo XXI, la mentalidad sigue muy cerrada y es algo que podemos apreciar en
cierta medida en la madre de la protagonista, ¿crees que se debería introducir
más este tema tanto en la literatura como en la televisión o el cine?
- Ya se está
haciendo y además a pasos agigantados, tan agigantados que los personajes gay
apenas tienen un trasfondo ni una base emocional, basta con colocar de repente
a dos mujeres o dos hombres besándose en la pantalla y diciéndose “Te quiero”,
y ya eres moderno en tu nueva serie de televisión milenial.
-Dentro de cinco
años, ¿cómo te ves? ¿Piensas que tendrás las mismas ilusiones y motivaciones
que el primer día que empezarte a escribir?
- He aprendido a
tomarme la vida poco a poco, vivo completamente en el presente, ya no cargo con
mi pasado (que no siempre fue bueno ni acertado) y ya no me preocupa el futuro.
Vivo en un país donde todo está cambiando, se renueva, la gente lucha contra la
corrupción política, por ejemplo, sería absurdo preocuparme por mi pensión futura
cuando ni siquiera sé si quedará dinero cuando me jubile. Y ya no me importa,
prefiero vivir hoy, centrarme en esta entrevista, ahora, contigo, saber que tú
y yo estamos bien y si no lo estamos podemos mejorarlo. El ahora es muy
poderoso y ayuda mucho a disfrutar más la vida, como se suele decir: La
escalera hay que subirla peldaño a peldaño.
-Y por último, ¿Qué
consejos les darías a los que el día de mañana se aventuren a escribir su
propio libro?
- Que sean fieles
con ellos mismos y su arte. Que no lo hagan hasta que estén preparados, hasta
que creen algo por lo que sepan que merecerá la pena tanta lucha. Lamentablemente,
como en todo negocio, todos quieren la parte más grande del pastel. Aprender de
los errores, no encariñarse con la piedra con la que tropezaste. Estar
preparado es muy importante, no solo a la hora de crear o publicar sino también
con todo lo que llega después. Y mi consejo más importante: No hagas nada que
no quieras o que sepas que no vas a disfrutar; porque tanto si tienes éxito
como si caes será mucho mejor sabiendo que al menos te lo pasaste bien.
Para ir acabando con
la entrevista quiero darte las gracias por darme un ratito de ti y te deseo
mucha suerte en todos tus proyectos.
Y hasta aquí llega la entrevista de esta semana. Si digo que ha sido la entrevista que más sentimiento me ha removido pues se por lo que ha pasado él y lo que se siente...que esperen algo de ti y que no te pregunten o se preocupen como si no importara tu persona. Hay que aprender a ponerse mas en el lugar de los demás. Así que no os perdáis nada de este autor porque nos esperan muchas sorpresas con él, así que le podréis encontrar en Instagram como @josumonterroso y en Facebook como Josu Monterroso. A continuación os dejo los link con sus libros publicados, solo tendréis que dar sobre las imágenes. Por cierto os dejo aquí la reseña de "Ya os dije que sin ella todo seria nieve"
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