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miércoles, 18 de abril de 2018

Martes, 17 de Abril


¿Cuántas veces has deseado poder volver a un momento concreto? ¿Cuántas veces has cerrado fuerte los ojos mientras una lágrima caía queriendo así borrar lo que pasaba? Pedirle deseos al viento esperando un milagro, un milagro que nunca llego. Decir que estas bien y así tal vez consigas tu creértelo. Pasar por los mismos lugares, recorrer las mismas calles pero esta vez con la soledad y tristeza como únicas compañeras.

El paso del tiempo no lo hace mas fácil, no te alivia esa presión en el pecho que a veces, a placer, se te hace nudo y no te deja respirar. Ese olor, ese sueño que te trae de nuevo con esa punzada de desazón.

¿Cómo se consigue perdonarse a uno mismo? ¿Cómo te dices que no fue tu culpa, que no estaba en tu mano ni era tu destino? ¿Cómo le dices a la culpa que no tiene razón de existir en ti? ¿Cómo te despides si no esta? ¿Cuándo se vuelve más fácil? ¿Cuándo deja de doler? ¿Cuándo la herida empieza a cerrarse? ¿Cuándo tendré respuestas para todas mis preguntas?

Puede que solo tenga una cosa clara y tal vez ni eso sea así de cierto. Pues vivir se convirtió en todo un nuevo reto. Sobrevivir paso a ser todo aquello que te sigue. Revivir todos aquellos sueños que compartíamos, todas aquellas ilusiones, esperanzas que hoy parecen algo en vano.

Hoy, más cerca del aniversario, cada día un poco más cerca y un día más lejos de tu memoria, todo se hace mas complicado, todo se vuelve más difícil, de ser y sentir. Hoy te pido que vuelvas, te lo pido entre susurros pues mis gritos se los llevo el viento, te lo pido entre lágrimas pues fuerzas no me quedan. Te pido imposibles pues mal me enseñaste a creer en ellos.

Me enseñaste a creer en los cuentos, a creer en todo lo inimaginable, me diste el poder de ver el mundo de esa forma tan tuya que paso a ser tan mía, tan nuestra. Pero hay algo que no me dijiste, no me explicaste como debía seguir adelante cuando tu no estuvieras, no me dijiste que tenia que hacer después de ti, sin pistas, sin segundas oportunidades, no me dijiste lo difícil que seria levantarse cada mañana. No me dijiste nada.

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