
¿Cómo que ahora como mucho? Pues eso no es nada. Conectaos
el 31 de diciembre, porque voy a retransmitir mi última comida en directo con
mi webcam. Los condenados a muerte tienen derecho a una, así que ¿por qué yo
no?
No puedo soportar mi tamaño durante un año más, pero si
puedo terminar este año a lo grande. Si tenéis estomago para aguantarlo, estáis
invitados…a verme comer hasta morir.
Autora: Erin Jade Lange
Editorial: Naufragio de letras
Edición: tapa blanda con solapas
Nº de páginas: 352
ISBN: 978-84-945974-2-8
Opinión
personal
¡Cuidado!
Puede contener algún spoiler (estará señalado en caso existente de este color)
¡Hola Viajantes! He perdido ya la cuenta de las veces que he
intentado escribir esta reseña, no encontraba el punto intermedio entre lo muy
personal y la desvinculación total. De forma general os adelanto que me ha
gustado el libro aunque me pase la mayor parte del tiempo odiando a su
protagonista y su forma de ser, actuar…
Os pido un poco de paciencia esta vez, se me hace difícil escribir
esto pues siento que tengo a un pequeño Butter en mi interior, sentí lo que el sintió,
incluso a día de hoy me veo así. Una de las cosas que comparto con él es la pasión
por la comida, me gusta comer, disfruto comiendo y no me da vergüenza admitirlo
pero si me da vergüenza el reflejo del espejo. Se lo que es sentir que tienes
un agujero enorme que casi te consume e intentas llenarlo con lo que sea, en
este caso, con la comida y retazos de música (yo soy más de letras, mi oído musical
es algo vago). Pagar con la comida todo lo que te suceda, ¿estas enfadado? Comes.
¿Estas triste? Comes. ¿Estas contento? Comes. Todo lo solucionas con eso, para
llenar ese hueco que en vez de llenarse cada vez parece más profundo.
También está el compararse con los demás, querer ser como
esa persona porque piensas que así estarás mejor, te querrán más, serás más
popular…A fin de cuentas, solo quieres su vida porque piensas que será mejor
que la tuya. Se acaba convirtiendo en un círculo vicioso del que no puedes
salir, del que no ves la salida y si alguien intenta echarte una mano
simplemente lo apartas a un lado. Esto se ve muy
claramente cuando se hace pasar por JP para poder hablar con su chica de
ensueño, una compañera de clase que ni le ha visto más allá de su peso.
Luego este otro tema que se aprecia de forma directa y puede
que indirectamente (depende de cómo lo vea el lector), un tema que cada día está
más a la orden del día, que sufren cada día más niños y adolescentes: acoso
escolar.
Hay una escena que marca la diferencia, que explica el porqué
de ese nombre y que te parte en dos. La impotencia que sentí cuando lo estaba
leyendo no podría describírosla, se me saltaron las lágrimas por la rabia que sentía
y el saber que puede que algo parecido o aun peor podría pasarle a otra
personita. Si ya de por si la vida es complicada, dura otras tantas, tener que
aguantar a unos matones de poca monta durante todo el instituto, que hablen a
tus espaldas de ti, te insulten, etc; el que te fastidien uno de los pocos días
de paz, en el que vez esa luz al final del túnel, donde te ves bien, estas
feliz, se hace un infierno.
Si ya de por si el ambiente escolar no es del todo acogedor,
llegar a casa y que tu padre no te hable porque has seguido engordando, que ya estás
en el rango de enfermedad, que tu madre lo intente “disimular” quitándote los
azucares pero inflándote a grasas porque se siente en cierta forma responsable,
no es que ayude demasiado. Por un lado entiendo al padre de Butter, piensa que así
le hará reaccionar y se lo empiece a tomar más enserio, pero tampoco se puede
ser tan duro que casi rozas lo cruel. Aunque luego se
aprecie que es más fachada que realidad, sufre por su hijo, que le quiere y hará
por el todo lo que haga falta, incluso si se tiene que mudar a la otra punta
del país. Luego con la madre, yo lo siento muchísimo pero no puedo con
ella, el sentir como que medio se ha rendido con su hijo, aunque parezca en
algunas situaciones que está encima de él, no la entiendo, es cierto que
llegando al final del libro siento más aprecio por ella pero se queda en solo
eso.
También están en su vida personas como el Maestro, un loco
por la música que le insiste en que se una a la banda del colegio, que le da un
giro de 180 grados al estúpido apodo de Butter. Es de los pocos personajes que
me gustan del libro, junto con el Doctor Bean, este hombre tiene demasiada
guasa. Luego esta su amigo del FitFab del que al final siento cierto
desencanto, le entiendo un poco pero su actitud, ese cambio tan radical…no me
convence.
Podría también hablaros del sequito que le sigue después de
que publique en la web que el día de nochevieja va a morir comiendo. Solo puedo
decir que su motor es el morbo, las apuestas y poco más. Me resultan unas
personas con existencia insignificante, crueles, faltos de corazón.
Creo que solo me queda hablaros ya de Butter, le llamo así
porque no sabemos su verdadero nombre hasta la última página, no quiero
estropearos ese esperado momento. Según se muestra es un chico bastante maduro
para su edad, independiente, apasionado por la música…Pero bajo esa fachada se
puede apreciar a un joven triste, a veces incluso podemos ver que se odia a sí
mismo, a su situación pero que tampoco intenta remediarla. Apartado del resto
de compañeros y de su familia. Otras tantas veces puede llegar a ser un
verdadero dolor de cabeza, egoísta, solo mira por él sin importar a quien se
lleve por delante. No coincido en su forma de pensar y aún menos en su decisión,
porque hizo la web, porque continuo con una mentira tras otra, porque porque
porque.
Ciertos acontecimientos le harán replantearse ciertas ideas
que tenía, pienso en ello como el momento en el que se centra y piensa lo que está
sucediendo, lo que está por venir y como lo afrontara. Cuando
está a poco tiempo de cumplir con lo prometido, cuando va a hablar con el
Maestro, es un grito de auxilio, al igual que cuando se lo intenta contar a
Anna y es una bofetada en toda regla, no pensé que ella fuera a decirle tal
cosa. Él no quería realmente suicidarse, todo empezaba a ir bien, no podía
irse, ¿pero que más le quedaba? Todo había ido a mal, no parecía tener más
opciones.
Y llegamos al final, un final en el que estas sin aliento
pues no sabes que esperarte. No voy a extenderme más, creo que con todo esto os
habéis hecho una idea de mi opinión sobre el libro. La forma de escribir de la
autora me parece algo maravilloso, delicada pero desgarradora, se te hará
complicado olvidarte de algunas partes. Un libro estupendo que recomiendo encarecidamente,
con un mensaje que no pasa desapercibido: no te calles, no sufras en silencio,
grita, hazte oír por encima de todos esos cretinos que intentan hundirte, pide
ayuda, no estás solo, lo único que tienes que hacer es dejarles entrar.
Para mi este libro se
merece un…4,5/5⭐