Lunes, 16 de Abril

Cuando miro atrás no recuerdo esta sensación, no recuerdo sentir este miedo que hoy se engarrota en mis entrañas y a veces no me deja respirar.

Tengo miedo de encender la televisión o poner la radio, de acceder a Facebook o Twitter y encontrarme con un nuevo incidente, una chica asesinada por su novio o por su marido, raptada, golpeada, violada…

Tengo miedo de ir por la calle y que en cualquier momento aparezca un gracioso con sus colegas y les apetezca molestar, si les dices algo malo pero si te callas también ya que se dan por entendidos que pueden seguir.

Tengo miedo de estar con mis amigas echando el rato entre risas y bailes absurdos y sentir una cercanía excesiva por alguien que ni conozco, que tome mi forma de vestir o mi copa de más como una insinuación a algo más, que le diga no y no le sirva como respuesta válida.

Tengo miedo de las etiquetas, de la crueldad de algunos cuando se les dice que se acabó, de cómo se corre la voz llena de mentiras y como al final quedas mal, sin que tu palabra cuente para nada, con un “loca”, “despecha” por bandera.

Tengo miedo de este miedo, de que vaya pasando el tiempo y en vez de ir a mejor todo este empeorando. De la sensación de inseguridad, de que la culpa recaiga sobre la víctima más que sobre el causante de la herida, que por intentar salir del infierno piensen que no fue para tanto.

Pero hay algo más, algo que supera este miedo casi cegador, la rabia. La impotencia por no saber cómo cambiar esto, por no saber qué hacer para actuar, por ver que mis actos se quedan casi efímeros, por defenderlo y ser tachada por ello. Saber que se podría haber evitado muchas de esas atroces noticias si se hubiera prestado más atención, más ayuda.

¿Sería tan complicado empezar a hacer las cosas bien? ¿Es tan difícil vivir y dejar vivir? ¿De verdad es imposible remediar todo este caos? Aun me queda esperanza en esta absurda especie llamada ser humano, aun pienso que se puede hacer algo antes de seguir cuesta abajo, solo hay que tener ganas y esforzarse en ello.